Pasos en resolución de problemas
Percepción del problema:
darse cuenta que uno tiene un problema y que es necesario buscarle una solución.Sin este paso, el resto no tiene sentido.
Definición del problema:
describir en palabras lo que se percibió como problema en la etapa anterior, considerando todos los elementos que lo conforman y dejando afuera los elementos que no constituyen el problema. Uno le pone nombre al problema y lo caracteriza. Por ejemplo, “este es un problema de pareja y consiste en...” o “este es un problema de hábitos de estudios y consiste en...”
Explicaciones acerca del problema:
establecer relaciones entre el problema y sus posibles causas. Se genera hipótesis acerca de por qué ocurre el problema. Esta etapa es fundamental para orientar la búsqueda de alternativas de solución.
Generación de alternativas de solución:
generar la mayor cantidad de alternativas de solución frente al problema. Mientras más sean las alternativas planteadas, mayor será la probabilidad de encontrar la respuesta correcta. A esto también se le llama pensamiento divergente, cuyo supuesto dice que cada problema tiene múltiples posibilidades de solución.
Elección de la solución más adecuada:
evaluar las alternativas planteadas desde el punto de vista de la factibilidad, de la ética y de la adecuación al problema planteado, para escoger una y llevarla a la práctica. A esto también se le llama pensamiento convergente.
Evaluación de la alternativa elegida:
verificar si la alternativa elegida fue útil o no para resolver la situación. Equivale a un monitoreo del proceso de resolución del problema. Cuando, a pesar de la puesta en marcha de la alternativa elegida, el problema sigue vigente, se comienza nuevamente con las etapas del proceso.
A menudo los problemas se perpetúan porque se descuida este último paso del proceso.